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Según Ignacio Osborne, Presidente del Instituto de la Empresa Familiar, el núcleo vital para la continuidad de una empresa familiar se compone de: Esencia, Valores y Comunicación. Estamos totalmente de acuerdo.

La empresa familiar es más que un proyecto para ganar dinero. Es un proceso de perfeccionamiento, crecimiento y aprendizaje personal y familiar. El fundador de la empresa es quién forja desde el principio la esencia y, durante la vida de la empresa, se van solidificando los valores que caracterizan a la familia. Lo que ocurre, es que con frecuencia, la empresa familiar tiende a actuar con un perfil bajo, muy particulamente en la comunicación, una parte fundamental en la creación de una buena estrategia de negocio y gestión corporativa. Tampoco sería justo creer que las empresas familiares son demasiado conservadoras, inmovilistas y que rehuyen del cambio. Nada más lejos de la realidad. Las empresas familiares que permanecen activas son por necesidad innovadoras, y muchas de ellas han sabido adaptarse a los cambios.

La Esencia del fundador

Toda empresa (familiar o no), debería tener un sentido de trascendencia, aspiraciones y entender su misión. La empresa familiar necesita una estructura interna que permita mantener su legado y traspasarlo de generación en generación con independencia de las personas que ocupen los cargos en ese momento, porque mientras las personas pasan, las instituciones perduran.

Los valores

Sus valores son su esencia. Hay infinitas familias e infinitos modelos de empresa. ¿Qué es lo que realmente debe perdurar? El sueño de los fundadores. Su visión del mundo, sus valores, creencias. Este es el legado que esperan que sobreviva. Es necesario trabajar para evitar la desconexión emocional. Hay que cuidar y trabajar el orgullo de pertenencia, el reconocimiento social, la empatía, retos… Para amar algo, hay que conocerlo y practicarlo. Trabajar el orgullo de pertenencia construye un imaginario colectivo entre la familia y crea símbolos.

La comunicación

La comunicación es el gran reto para conseguir el éxito entre la empresa y la familia. Hay que entender que el mundo ha cambiado. Los jóvenes de hoy no son como los del pasado. Las soluciones del ayer no nos sirven para los retos del ahora.

Nuestra experiencia

¿Es Moscardó Golocash un caso de éxito? Podemos decir con seguridad que sí. Esta empresa de frutos secos y golosinas, fundada en 1880, y con la que actualmente trabajamos desarrollando su estrategia de branding, ya va por su cuarta generación al frente. A través de un análisis continuo de su mercado, su cohesión familiar y la búsqueda de su propuesta de valor, esta empresa xativina ha sabido reinventarse en cada una de sus generaciones, destacando a esta última por su proactividad en la dirección, gestión y comunicación. El branding es más que un logotipo, y la empresa lo demuestra diariamente aportando salud, sabor y diversión a muchas personas y hogares. De ahí la idea núcleo de su negocio y su leitmotiv: Som família.

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